Este postre es un homenaje a nuestros sufridos pastores serranos que durante generaciones han cuidando de su ganado en nuestra sierra. Uno de los momentos en los que más disfrutaban de su trabajo era la hora de comer, pues teniendo, como así era, una serie de productos autóctonos, como nueces, higos y pan, además de la leche, con la que hacían su queso, preparaban lo siguiente:

Comenzaban calentando dos rebanadas de pan en las ascuas y colocaban unas lascas de queso encima del pan para que se fuera ablandando. Después, abrían por la mitad un higo que colocaban encima del queso, y sobre él, una nuez, para de nuevo colocar y terminar cerrando este montado, con la otra lasca de queso y rebanada de pan caliente. En ocasiones también lo acompañaban con miel. Por este motivo, se ha querido homenajear esa forma deliciosa de disfrutar que tenían nuestros pastores a la hora de comer en este maravilloso plato que te transportará al sabor de ese lugar rodeado de naturaleza en la Sierra Norte de Madrid.